Google y sus gafas (ideológicas). Más que una metáfora.
Google y sus gafas (ideológicas). Más que una metáfora.
Ver siguiente link:
http://www.clarin.com/internet/Google-confirmo-lentes_0_902309931.html
Desde los presocráticos, pasando por Descartes, la fenomenología de Husserl y hasta los llamados posmodernos y la contemporaneidad, pensar la relación entre sujeto y objeto, la percepción del mundo, ha sido uno de los principales ejes filosóficos.
Muchas corrientes han enunciado que la ideología es al sujeto como una suerte de filtro o gafas por las que se “ve” el mundo (el listado de esta perspectiva singular también es casi infinita, pero como un representante podría nombrarse a Althusser), el cual nunca es conocido en forma no mediada (y el cuerpo es la primer mediación), sino desde un punto de referencia particular (el del cuerpo propio, diría Merleau-Ponty, sin hacer una separación entre el cuerpo y lo ideológico).
Invito a ver la nota adjunta, donde los comentarios de los lectores celebran y refuerzan las odas con que Clarín presenta el nuevo negocio de Google. Esta megacorporación de internet y nuevos medios y tecnología, ha dado un paso más en el proceso de convergencia (Ippolita, 2012. Scolari, 2009), llevando delante del iris el funcionamiento de distintos dispositivos como el fotográfico, el fílmico, el televisivo, etcétera.
Toda empresa que busque vender sus productos necesita que ciertas creencias sean movilizadas y operen socialmente (cuenten con consenso y conformen hegemonía)
Desde luego, en una cultura donde las creencias hegemónicas apuntaran a la tecnología como separadora de “la realidad” (lo que esa cultura defina como tal –conflictivamente, pues la definición de lo real siempre es arena de disputa por la hegemonía), difícilmente unas gafas como estas que presenta Google, llegarían a ver las luces del mercado. Supongamos que la actividad sagrada fuese la elevación del espíritu a través de la meditación a ojos cerrados. Va de suyo que esas gafas representarían algo así como al pecado cristiano.
Esta mercancía de Google es presentada como “gafas de realidad aumentada”. En ese modo de denominar el producto, existen una serie de procesos sígnicos borrados o naturalizados, pero hay una pregunta (dividida en dos) que me acecha:
¿Acaso hay una única verdadera realidad que puede ser percibida, a la que –además- Google conoce y hasta puede “aumentar”?
¿O será que Google propone ciertas condiciones materiales y simbólicas (que le resultan convenientes) que presenta como “realidad”, y ahora profundiza su “avance” por la naturalización y universalización de esas condiciones materiales y simbólicas, es decir, porque los propios cuerpos admitan como “La realidad” eso que ven a través de las gafas (cargadas de ideología) de Google?
¡Oh! Pero no quiero sonar extremista, Google no encarna al mal; basta con leer el siguiente párrafo de la nota:
“Google no permitirá a los desarrolladores externos de aplicaciones para Google Glass incluir publicidad en las mismas y tampoco cobrar por su descarga.”
¡Qué considerados!
De cualquier forma, las mismas publicidades de Google están en todas partes de la calle hacia donde uno mire y en toda pantalla delante de la que uno se inmovilice.
Mauricio Castro.
Hola Mauricio,
Me gustó tu comentario porque vengo siguiendo este tema por intereses particulares, más allá de la materia.
Estos aparatos buscan ser una especie de prolongación o integración con el cuerpo humano. Y a medida que vaya avanzando el tiempo los dispositivos se van a ir fundiendo cada vez más con nuestro organismo de una forma mucho más estrecha que hasta ahora.
Ahora, Google no solo gestionaría nuestros correos, fotos, mensajes, etc sino también la experiencia (por lo menos visual) del mundo. Creo que, en este sentido avanza en lo que Ippolita define como un proyecto totalitario.
No sé como nos afectarán, creo que es muy reciente. De todos modos, actualmente hay varias aplicaciones de realidad aumentada para Tablets y celulares. Según mi experiencia, el aparato sólo te da información si reconoce lo que está en el pantalla. O sea, sólo si está en su base de datos. Y esto me parece que va a ser una fuente de negocios muy importante. La realidad aumentada consiste en “distitnos dispositivos que añaden informacion virtual a la física ya existente”, la pregunta es ¿qué información?
Yo soy fotógrafa y cuando escuché de estas gafas, pensé: el sueño de todo fotografo, fotografiar sin ser visto. Además, los fotografos “vemos” imágenes todo el tiempo y no hay nada peor que ver imágenes y no poder registrarlas. En este sentido podrían ser interesantes, pero no hay que caer en el ciber-utopismo (Ippolita).
Gracias por el aporte Natalia.
Es un tema que permite cruzar infinidad de problemáticas. La que mencionás sobre la fotografía me parece muy sensata y hasta creo que establece un paralelismo con el lugar que tiene Google (y tantas otras empresas de ese “proyecto totalitario” al que alude Ippolita), que es el de una suerte de voyeur.
Puse para adjuntar la nota de Clarín a la que hice referencia, pero veo que no aparece en la publicación. Aquí lo copio:
http://www.clarin.com/internet/Google-confirmo-lentes_0_902309931.html.
Mauricio
Hay un punto que fue el que pensé como disparador y nexo con el tema que me convoca en el grupo de Constructo (el referido a Videojuegos) y después al escribir la publicación terminé pasando por alto y no aclarándolo.
Pensé que esto tenía relación con la temática de los videojuegos, por ciertas similaridades que introduce con los juegos de primera persona. Esos tan conocidos donde el aparato “videogame” busca meter al jugador dentro del personaje del juego, empleando lo que desde la semiótica del cine sería una ocularización interna primaria. Cierto acercamiento tendría que ver con la información adicional que en la pantalla del videojuego se ofrece sobre el personaje y lo que el personaje está viviendo, como por ejemplo: nivel de “energía” o “vida disponible”, cantidad de balas en su arma, herramientas con las que cuenta, aclaraciones que aparecen en la pantalla, mapas, tiempo restante de juego, etcétera.
Con todo, el debate que me resulta más interesante es el que disparó Natalia en su último párrafo, “sin caer en el ciber-utopismo”, seguramente la herramienta permita muchos empleos más que beneficiosos en ciertos campos de prácticas. Supongo que eso tiene que ver con la “habilidad” o “capacidad” de quienes “sondean” el mercado al que lanzan el producto tecnológico, buscando encausar las posibles respuestas que luego socialmente se le den a dicha mercancía. Como lo indica Patrice Flichy, parte del destino de la herramienta tiene que ver con cómo se vincula y responde al contexto social en el que se desempeña.
Y ese el punto que me parece conflictivo, que las corporaciones buscan crear “climas sociales” que les permitan anticipar resultados, conseguir previsibilidad (y aquí mucho tiene que ver lo que Levis mencionaba el teórico pasado sobre la venta de los datos de la información de los usuarios de las redes sociales, la cual ellos mismos entregan a las plataformas), reducir esas posibilidades de respuesta (usos) que los sujetos usuarios puedan hacer y, en definitiva, lograr buen nivel de ventas de sus productos.
Desde luego, las gafas podrán resultar útiles para muchas prácticas, pero entiendo que el debate debe darse sobre ese proceso social más amplio, del que la herramienta forma parte, en el cual se inserta y al cual responde, que el problema viene dado más por esa lógica, ese “pensamiento” que pensará a la herramienta e imaginará y desarrollará sus usos posibles, ese que -creo- nada tiene que ver con el pensamiento complejo y sistémico que Morin propone.
Lo que planteas es muy interesante. Sin embargo, la problemática es ajena al eje temático de tu equipo.
Una observación: el concepto “realidad aumentada” tiene más de 20 años y proviene de investigaciones vinculadas con el campo militar en la época de la Guerra Fría. Ya a principios mediados de la década de 1960. D. Sutherland, pionero en el campo de la imagen digital creó un sistema de visualización que permitía ver simultáneamente el entorno físico e imágenes / datos provenientes de una computadora. Es decir un antecedente directo del producto que ahora comienza a comercializar Google (hay otros antecedentes y mucha bibliografía al respecto, sobre todo acerca de las posibilidades atribuidas a ese tipo de sistema en la educación) Si no me equivoco, Scolari, a quien citas, ha escrito sobre la “realidad aumentada” en la educación . A quienes les interese el tema les puedo facilitar bibliografía (en gral atravesada por un tecnopositivismo acrítico)
Hola Diego. Luego en un comentario justifiqu (o al menos eso intent) la vinculacin de esta publicacin con el eje temtico de mi equipo (asociando el lugar que proponen estos lentes para el sujeto, con la construccin de posicin interna al personaje de los videojuegos de primera persona). Es cierto que tal vez esa conexin que propongo entre el tema de la publicacin y el del grupo sea un tanto distante y haya que dar toda esa vuelta para articularla, pero lo cierto es que me pareci sumamente interesante y hasta potente la metfora de unos “lentes de realidad aumentada” a cargo de Google. De hecho, si la bibliografa suele ser de corte tecnopositivista acrtico, me parece favorable que nos permitamos observarlo desde otros flancos. Gracias por la respuesta. Saludos.
Mauricio Castro
> Date: Sat, 20 Apr 2013 14:46:28 +0000 > To: maucastro87@hotmail.com >
Mauricio, concuerdo con vos en la necesidad de reflexionar acerca de los postulados tecnopositivistas. Lo cierto es que ese es uno de los objetivos de Constructo. La idea es que vayamaos articulando los distintos ejes de forma casi natural siguiendo inicialmente los ejes de cada equipo. De ahí mi comentario. La “realdiad aumentada” tiene especial “bena prensa” en los ámbitos de la tecnoeducación.
Mauricio, hoy leí esta noticia y vi este video, automáticamente pensé en este post…
http://www.elobservador.com.uy/noticia/249528/asi-funciona-google-glass/
No sé cómo funcionaba la “realidad aumentada” de los años 60 pero ahora sí sabemos cómo funciona la de nuestro tiempo. Y, ahora que lo veo, apoyo tu moción y la pertinencia de este post en el grupo de Videojuegos, ¡yo quiero jugar con Google Glass!
Saludos