Un debate histórico
Cuando pienso en Videojuegos es inevitable la imagen del actor de Elephant entrando a la escuela con las armas en la mano. Esa maravillosa creación audiovisual de Gus Van Sant (que tan bien relata los hechos de la llamada “Masacre en Columbine” donde murieron 15 personas, dos de ellas victimarios) fue polémica en tanto que, en la previa, muestra a los dos asesinos jugando videojuegos violentos. De hecho, la relevancia que tiene el papel de los videojuegos para el director es tal que, mientras se desarrolla la masacre, los planos se construyen como si fueran los planos de un videojuego de batalla urbana.
El debate sigue y se alimenta, la relación entre los asesinos y la influencia de los juegos violentos siempre está al pie del cañón como argumento válido. Pero, no dar el debate y no reflexionar sobre esto más profundamente, ¿no sería volver a considerar al sujeto como pasivo? ¿Acaso la teoría de la aguja hipodérmica vuelve a estar de moda?
Acá dejo un aporte: las declaraciones de una senadora demócrata que vuelve a traer el tema a la arena política.
Sí Maura, me parece que tus preguntas ameritan ser pensadas.
También me pregunto:
Es cierto, quizás con los videojuegos se puedan desarrollar nuevas formas educativas (destaco lo de “nuevas formas”, porque si sólo se trata de sumar un útil más a la mochila de los estudiantes, no le encuentro motivo alguno, salvo sumar el ingreso de las compañías que venden videojuegos).
Además, independientemente de si el resultado es positivo o no en el campo educativo, el otro mercado de los videojuegos (el de los que están destinados al entretenimiento, a la dispersión), posiblemente consiga nuevos adherentes que consuman videojuegos. Con como está dado ese mercado de los videojuegos, donde pareciera que los juegos “de acción”, “de violencia” están entre los más elegidos, ¿será tan positivo sumar consumidores a ese mercado? Supongo que para alguien sí debe ser positivo.
¿Qué preponderancia tiene lo comercial en un proyecto educativo que utilice los videojuegos?
Maura, me acabo de dar cuenta que publique algo muy parecido a lo que decías en el debate iniciado por “Maucastro87” y también tomé esa noticia. La película Elephant hace rato que la quería ver y todavía no lo hice pero sí leí un libro hace un tiempo llamado “Un elefante en la escuela” muy interesante en el que otras cosas cuenta la experiencia de un taller con padres y docentes de una escuela de Moreno (“Creciendo Juntos”) en la que vieron esa película justo 24 hs antes de lo de Carmen de Patagones. Dejo acá el link para leer el libro, que también está para descargar: http://www.archivos.entrelainfancia.com.ar/archivos/material/Taller-de-los-sabados-Un-elefante-en-la-escuela.pdf
Les respondo a los dos:
Mauricio, tu aporte me deja mucho que pensar. En principio, debo reconocer que que tengo fuertes prejuicios frente a los videojuegos como un posible aporte a la educación o, como vos decís, una propuesta de nuevas formas educativas. Pero tal vez haya que re pensarlo, la crítica acá va hacia los videojuegos que promueven la violencia y el uso de armas masivas, en ese caso, ¿se puede pensar en una manera de educar desde ese tipo de plataformas? A los días de publicar este primer post encontré otra noticia que me hizo repensar lo que escribí en primer instancia:
El ejército de EE.UU. entrenará soldados en mundos virtuales
http://www.lanacion.com.ar/1573940-el-ejercito-de-eeuu-entrenara-soldados-con-videojuegos
Parece una locura, pero no lo es. El gobierno de EEUU está desarrollando un software para que miles de soldados yanquis entrenen sus capacidades desde un simulador online de una guerra que continúa por más que no estén conectados. Lo más llamativo es que la primera prueba estuvo ambientada en un país de mentira que tenía grandes reservas de gas y petróleo, ¡luego justifcan las guerras a ese tipo de países con excusas como “vamos a derrotar a los gobiernos totalitarios”! Pero no me quiero ir de tema, volviendo a los fines educativos de este tipo de videojuegos, acá tenemos la prueba: se usan con fines educativos, enseñan a encarcelar y a matar a quienes no están en línea con los objetivos imperialistas de los EEUU.
Amarkdorf, ¡gracias por el aporte! Ya me bajé el libro y prometo leerlo, vos tenés que ver Elephant, como dije al principio, es una gran obra con planos y sensaciones muy realistas, no tiene desperdicio.
Ya vi Elephant. Muy buena, gracias!
Tenés razón, los fines están; los medios también.
Sobre la discusión relacionada con la influencia de los medios masivos me gusta la postura de Anibal Ford quien dicen algo así como que es cierto que los medios masivos no tienen una influencia del tipo “aguja hipodérmica”, pero que no por eso dejan de tener un poder impresionante.