Manual del Opinólogo 2.0
«La transmisión de conocimiento se fija en forma distinta al ser comunicada por diferentes dispositivos (ver: http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=reading-paper-screens), nuestros cerebros responden de manera distinta frente al mismo contenido recibido por diversas plataformas. Por ejemplo, el mismo texto leído en una tablet o en papel se “suelda” de manera diferente (se recuerda más lo leído en papel) porque la tablet está asociada al entretenimiento, un tipo de contenidos que pemite una atención más discontinua. Ejemplo: a la gente, al ver a Lanata, le queda que el kirchnerismo roba con la obra pública pero no puede alcanzar a comprender en detalle la interrelación de los papeles que Lanata muestra en pantalla porque la naturaleza de la televisión no es la más apta para profundizar más allá de determinado nivel. A la vez, la televisión es infinitamente más poderosa para instalar ideas puntuales: Kirchner = Báez = corrupción = plata negra (y mucha)»
La cita es de la nota que está al pie y que trata sobre el escándalo que generó el programa de TV de Lanata respecto a las acusaciones de corrupción contra allegados al kirchnerismo, pero sobre todo, es un debate sobre la forma en que los lectores reciben un estímulo, una noticia en este caso, de diferente forma de acuerdo al dispositivo. Según la opinión del autor, ver algo por TV va directo al impacto y no nos permite comprender y racionalizar en profundidad el hecho. Así, si la TV no permite nuestra atención más crítica, entonces, ¿Qué tipo de comprensión facilita Internet?
Todos vimos al otro día de emitirse el programa innumerables posteos en Facebook a favor y en contra de Lanata y la facilidad con que una persona, en un segundo, puede compartir la opinión de tal o cual persona y debatir u opinar él mismo así como también hay todos los días discusiones en torno a cuestiones que se generan y mueren en Internet (a veces, pasando a los demás medios). El debate que abro es: ¿Internet potencia que participemos acaloradamente en discusiones que no nos interesan? ¿De ver la misma noticia o artículo en otro medio, nos involucraríamos? Lo que vemos en Internet ¿Nos hace más críticos o menos responsables de nuestras opiniones?
La nota: http://www.perfil.com/columnistas/Ver-a-Lanata-20130503-0037.html
Lorena Borgonovo, del grupo «Pantallas»
Creo que el debate está bueno, porque, de hecho, me hace pensar sobre opinar o no en el mismo Constructo. Yo considero que la velocidad de navegación y la facilidad de acceso, impulsan comportamientos y prácticas que se acercan, en muchos casos, más a lo impulsivo que a lo racional. De este modo, considero que muchas veces el pensamiento crítico se deja de lado, y lo importante se vuelve el participar, el estar ahí. El título del libro de Ippolita, parece que es muy ilustrativo en este sentido. En los acuarios, los peces están ahí para ser vistos por nosotros, pero, a su vez, también ellos nadan frente al vidrio. Considero que actualmente hay una propensión a ser visto, a mostrarse, esa masturbación de la que habla el libro, lo que impulsa a que lo fundamental se vuelva el hecho mismo de participar, sin importar el grado de interés que se tenga en el tema propuesto, o la racionalidad o no con que se aborde. Pero, me parece que también Internet permite sumar conocimientos, generandos entre muchos y esto es algo positivo. Además, la visión no-crítica de los contenidos muchas veces también depende de la formación del usuario. Yo creo que una formación del pensamiento crítico, aprender a elegir, discutir, comparar, incorporar, relacionar, etc, es fundamental, y en eso creo que el modelo escolar está fallando. Por último, tampoco niego la existencia de la irracionalidad o pensamiento no-crítico, a pesar de esta formación. Me parece importante que tengamos en cuenta que las personas no somos puro cerebro, y, a veces, ver el programa de Tinelli, aunque nos parezca pésimo, puede servir para distraernos, o alimentar otras partes de la persona que muchas veces creo que en nuestra facultad se deja de lado, olvidándonos que la banalidad, por muy mediocre que pueda parecer, no es mala en pequeñas dosis, y que, a veces, hasta es necesaria.
Yo creo que Internet acelera que participemos en esas discusiones, pero que de no estar este medio se darían naturalmente en cualquier charla familiar, café o reunión. Que estemos mirando un programa de televisión con la computadora o el smartphone a mano es un cambio en nuestro modo de mirar televisión, un cambio en nuestras prácticas cotidianas.
Depende del uso y de la pasión que le pongamos a nuestros comentarios nuestra responsabilidad, pero siempre existió el comentario sobre un programa, o en este caso sobre un periodista y ciertos políticos, el hecho es que ahora con Internet al alcance de la mano la inmediatez para transmitir nuestras ideas, opiniones, críticas, se acelera el tiempo, se hace más instantáneo. Como todo, el tiempo y la profundización (de la información, de la crítica, de la postura de cada uno) acabarán en una idea más acabada sobre el tema en cuestión.